18/10/09

Capítulo 2: Hola, LA.

Abriste los ojos. Te habías quedado dormida.. 
Llevabas puestos tus auriculares, y el sol te daba en la cara.

-. Al fin despiertas, _______ -Dijo tu madre sonriendo desde el asiento delantero.
-. ¿En dónde estamos? -Preguntaste mirando por la ventanilla del automóvil.
-. En Los Ángeles, bebé -Te informó tu padre.

Habías dormido casi todo el viaje.. pero ya estabas en Los Ángeles y eso importaba.
Wow, aquella ciudad era hermosa..

-. ¡Qué bonito barrio! ¿Será este el nuestro? -Preguntaste sacando la cabeza por la ventanilla.
-. Sí.. ¡Esa es nuestra casa! -Dijo tu madre señalando una de color amarillo claro.
-. Aah, ¡Qué emoción! Es muy linda. -Dijiste sonriendo mientras tu padre estacionaba el auto. El camión de la mudanza llegó unos minutos luego.

Recorriste la casa, que no era demasiado grande pero era muy linda.
Tu cuarto tenía un balcón pequeño que daba al patio, y de allí podías ver el balcón de la casa vecina.
Todo estaba genial, sólo que Maggie.. y Steven no estaban ahí..

Acomodaste tus cosas en tu cuarto, lo que te llevó mucho tiempo. Luego de esto decidiste ducharte.

Te vestiste con esto: 

Hacía calor.. así que saliste al patio, que tenía un farol, y te sentaste en una banca con tu guitarra para tocar algunas melodías.

La suave brisa te acariciaba el rostro mientras continuabas practicando aquellas canciones que tanto te gustaban, pero que aún no tenías.
En un momento te detuviste, dejaste tu guitarra a un lado y te abrazaste a tus rodillas.. cerraste los ojos, relajándote.. hasta que un extraño ruído te sacó de tus pensamientos.

Una extraña sombra te observaba desde el otro lado de la pared, en la casa vecina. Esa sombra asomada ahí, quieta, continuaba mirándote, podías sentirlo.

-. ¿Q-Quién eres? -Se te ocurrió preguntar a la oscuridad, acercándote al lugar.. sólo para descubrir que se trataba de un gato que de un salto desapareció de tu vista.

Pero... sentiste curiosidad por la casa vecina... parecía desocupada, así que te subiste a un cajón y asomaste la cabeza por la pared.

El patio de esa casa era hermoso, muy grande... al igual que la casa, pero efectivamente, estaba desocupada.. ni una luz se distinguía en su interior.

-. No es de buena educación espiar así, ¿Sabías? -Una voz masculina dijo a tus espaldas, dándote otro susto.
-. Lo siento, papá. Pero esa casa está desocupada. -Dijiste bajándote del cajón.
-. Lo sé. -Comentó tu padre con una risa. -Vamos, ya está la cena. -Dijo.

Fuíste a cenar.. y aunque aún quedaban cosas por desempacar, la casa estaba quedando bonita con todos los muebles en su lugar.

-. Hija, estuvimos consultando algunos colegios antes, ¿Recuerdas? -Dijo tu madre.
-. Sí... -Respondiste aburrida.. 
-. Bueno, hay uno cerca de aquí que nos parece bastante adecuado.. -Continuó.
-. Genial.. aunque.. sólo quedan algunas semanas.. de clases. -Respondiste... y era verdad, ¡Las vacaciones de verano ya estaban muy cerca!
-. Lo sé, pero no puedes estar aquí todo el día haciendo nada. -Bromeó tu padre.
-. Así que mañana iremos a verlo para inscribirte, ¿Sí? -Propuso tu madre.. y realmente no sé por qué te preguntaba, si quisieras o no, te llevaría. 
-. Claro, mamá. -Respondiste llevándote otro bocado a la boca.

Luego de la cena, subiste a tu cuarto... estabas agotada.
Aún así le enviaste un mensaje a Maggie contándole lo sucedido, y ella respondió que te extrañaba demasiado.
Quisiste enviarle uno a Steven... pero algo te dijo que mejor no... así que apagaste la luz, y ya con tu piyama puesto, te dormiste.

-. ¡______! ¡______! ¡Despierta! -Tu madre golpeaba tu puerta.
-. Ya.. ya voy.. -Murmuraste casi dormida. 
-. ¡Ya está tu desayuno, apúrate! -Dijo y se fue.

No, no había escape.. tenías que levantarte, así que tomándote todo tu tiempo, te duchaste y te alistaste. 

Usabas  esto: 

Al bajar te esperaba tu madre con el desayuno. 
Tu padre no estaba. Lo que en verdad pasaba era que tu padre debía ser trasladado por su trabajo, aunque podía elegir entre dos opciones.. aunque te enteraste de esto una vez que llegaste a Los Ángeles.

-. ¿Dormiste bien? -Preguntó tu madre mientras desayunabas.
-. De maravilla. Me hacía falta... el viaje fue agotador. -Comentaste.
-. ¡Pero si dormiste todo el camino! -Reía tu madre.
-. Pero no es lo mismo que una cama.. -Dijiste soltando una risita.
-. Está bien. En media hora vamos a ir a tu colegio. -Dijo.
-. Claro. Iré a cepillarme los dientes. -Dijiste una vez que terminaste de desayunar.

Tú y tu madre fueron a tu colegio, que quedaba a unas 5 cuadras de tu casa. Fueron a pie, para conocer mejor el barrio.
Era un colegio normal, sin nada nuevo.. 
Te inscribieron y entrarías la semana siguiente, pero mientras, sólo te preocupaba el hecho de tener que ir.. sola.

Volviendo a tu casa, tu madre se separó de tí para ir a la tienda por las cosas para el almuerzo, mientras que tú seguiste.

El barrio era tan lindo.. pero.. espera, ¡Esa camioneta no estaba ahí!
Justo en la casa desocupada había una camioneta y algunas personas bajaban bolsos y cosas, llevándolos a la casa.
¿Nuevos vecinos? ¿O ya vivían ahí de antes?
Te acercabas y te ponía nerviosa tener que pasar por ahí.

No querías quedar como entrometida, así que pasaste por ahí casi sin mirar.. pero en eso escuchaste un quejido y notaste que a una mujer se le había caído una bolsa, que no sabías qué tenía.

Inmediatamente la recogiste y se la diste.

-. Tome. -Dijiste sonriendo amablemente.
-. Gracias, linda. -La mujer parecía ser muy amable.
-. ¡Nicholas! ¿Puedes ayudarme con esto? -Decía la pobre mujer que sostenía ya bastantes cosas.
-. ¡Dame eso! -El jóven "Nicholas" se acercó al rescate, quitándole peso a su madre.

Él casi no te notó, y tú sólo los observabas. 

-. Oh, y dime, ¿Eres de por aquí? Nunca te había visto. -Te preguntó ella. El joven se quedó ahí mirándote.
-. En realidad nos mudamos ayer a la casa de al lado. Soy de New York. -Dijiste algo tímida.
-. ¡New York! Bienvenida. -Te dijo sonriendo. -Soy Denis, y seré tu vecina. -Reía.
-. Gracias.. Yo soy ______, mucho gusto, Denis. -Sonreíste amablemente y ella te saludó besandote la mejilla. 

-. Él es mi hijo Nicholas. -Presentó la madre, y por fin pudiste concentrarte en él.

Tenía el cabello rizado, negro, ojos marrones, ojos levemente achinaditos, o eso pensaste, y ahora que lo veías sonreír, se veía aún más lindo.

Usaba esto: 

-. Bienvenida al barrio. -Te saludó él con un beso en la mejilla, pero él se acercó muy rápido y por torpe, tú no lo besaste, sólo él a tí. Te sonrojaste.
-. Gracias.. -Sonreíste. 
-. Bien, ¡Tengo que seguir bajando todas las cosas! Nos vemos luego, ¿Sí? -Saludó Denis y se retiró... aunque Nicholas seguía ahí.
-. Hmm... yo también voy a seguir. Nos vemos, ______ -Dijo con una tierna sonrisa.
-. Nos vemos... Nick... -Dijiste, sin notar que le habías llamado por su diminutivo.

Te retiraste también y volviste a tu casa, con una linda sensación. ¡Ya conocías a alguien!.. 

Te quedaste viendo la TV, y unos minutos más tarde llegó tu madre.
Le ayudaste a preparar el almuerzo, y una vez que tu padre llegó también, los 3 se sentaron a comer.
Nada especial sucedió, hasta después de comer, cuando fuíste nuevamente al patio con tu guitarra.
Estabas practicando mucho, ya que te apasionaba y querías perfeccionarte, además de que te relajaba mucho.

Te sentaste en el banco, y escuchaste algunas voces en el patio de los vecinos, pero no les diste importancia y seguiste tocando.

-. ¡OYE! ¡ATRÁPALA, NICK! -Escuchaste un grito de un niño y en ese mismo segundo una pelotita de baseboll cayó en tu patio.
-. ¡Frankie! ¡La tiraste al otro lado! -Reconociste la voz de tu vecino.

Unos segundos más tarde, Nick se asomó por la pared.

-. ¡Hey, ______! -Te llamó. -Disculpa... ¿Podrías darme esa pelotita? 
-. Claro... por suerte no aterrizó en mi cabeza. -Bromeaste y le diste la pelotita. 
-. Sí... disculpa, es que mi hermanito y yo estamos jugando. -Explicó sonriente.
-. No te preocupes. -Dijiste. Nick dirigió la mirada a tu guitarra.
-. Así que.. ¿Tocas la guitarra? -Preguntó algo "sorprendido".
-. Así es.. -Respondiste tímidamente. -Pero estoy aprendiendo aún... -Sin darte cuenta te rascaste la mejilla.
-. Ya veo.. -Te dijo y se te quedó mirando, con una simple sonrisita.. una hermosa y simple sonrisita.
-. Oye.. Tú.. ¿Tú eres Nick Jonas, verdad? -Preguntaste soltando una risa..
-. Sí.. soy yo.. -Dijo.
-. Me parecías.. conocido.. -Comentaste. Pues nunca habías escuchado su música pero los conocías de nombre.
-. Síp. -Te respondió sin dejar de enseñarte esa sonrisa hermosa. -¿Nunca escuchaste nuestra música? -Preguntó algo asombrado.
-. No, a decir verdad.. nunca escuché una canción completa.. -Ahora de verdad estabas sonrojándote. 
-. Algún día voy a hacerte escuchar una. -Te dijo.
-. ¡Me encantaría! -Asentiste alegre.
-. Oye Nick, ¿Ya seguimos jugando? -Escuchaste una vocesita al otro lado de la pared, y por lo visto jalaba a Nick.
-. Oh, claro Frankie. -Respondió a su hermanito. -Oye, ______, hablamos luego.. ¿Te parece? 
-. Claro, Nick. -Ambos se despidieron y tú volviste con tu guitarra.

Te quedaste un momento allí, y luego tu madre te envió a comprar algunas cosas al super mercado, así que tomaste la lista y saliste nuevamente.
Al salir de tu casa, notaste que otro chico estaba en la casa de Nick.. y no sólo eso, sino que estaba jugando con un perro bastante grande, y muy bonito.

Otra vez tenías que pasar por ahí, y desde que te mordió ese perro a los 5 años, siempre le tuviste miedo a los perros que "no eran tuyos".
Caminabas rápido, pero eso llamó más la atención del perro, que se acercó a tí casi corriendo, y de un salto se paró en dos patas, apoyándose en tus hombros.
Todo lo que pudiste hacer fue gritar, pensando que el animal iba a morderte, además de que era tan pesado que pensaste que te ibas a caer.. pero no te caíste, y todo lo que hizo el perro fue lamer toda tu cara juguetonamente, ladrando.

-. ¡Elvis! ¡¡Quieto, ya!! -El joven acudió y te quitó al perro de ensima. -¿Estás bien? ¡Cuánto lo siento! 
-. E.. Estoy bien. -Dijiste secándote la cara. -Le.. tengo mucho miedo a los perros y.. pensé que iba a morderme. -Dijiste riendo de lo tonto que fue todo.

-. Ya veo... pero Elvis no muerde... es decir sí, pero... no iba a morderte. -Intentó explicarse. Ambos rieron. -Soy Joe, mucho gusto. -Dijo saludándote con un beso en la mejilla.

Usaba esto: 

-. Mucho gusto, Joe. Soy _______ -Saludaste tímidamente. -¿Eres hermano de Nick? -Preguntaste.
-. Sí.. Somos Kevin, el mayor, yo, Nick y el pequeño Frankie... -Explicó rascándose una mejilla. -Así que ya lo conociste.
-. Sí, en la mañana, y a tu madre también... digo, Denis es tu madre, ¿Verdad? -Preguntaste.
-. Exacto. -Dijo él riendo. Parecía ser un chico muy simpático y de lo más sencillo. 
-. Oye, debo ir al mercado.. Mmm se me hace tarde. -Dijiste.
-. Oh, claro. No te retraso más. -Dijo él amablemente.
-. ..¿Sabes en dónde queda? -Preguntaste luego de un momento de silencio, y él rió.
-. Si quieres te acompaño, ¡No quiero que te pierdas! -Dijo.
-. ¿Lo harías? ¡Genial! -Dijiste entusiasmada.
-. Iré a dejar a Elvis y vuelvo. -Te hizo un gesto para que esperes.

No tardó mucho, y al volver, Nick venía con él.

-. ¡Hey! -Saludaste a Nick. -Tanto tiempo.. -Bromeaste.
-. Es verdad... ¡Taanto tiempo! -Dijo y se acercó a darte un beso en la mejilla. -Hola de nuevo.. -Sonrió, y tú no entendías cómo podía ser tan perfecto.
-. Hola... -Respondiste tímida.
-. Ya que todos nos conocemos, ¿Ya nos vamos? -Dijo Joe.
-. ¡Claro! -Respondieron ustedes.

En el camino, digamos que terminaron de presentarse.. edades, gustos, lugar de origen, cumpleaños, y demás. Ellos eran muy simpáticos, y muy sencillos para ser "Rockstars".

-. Aquí es, ______ -Dijo Joe abriéndote la puerta.
-. Gracias, Joe. -Le sonreíste y los tres entraron.
-. ¡Te ayudamos a buscar las cosas! -Dijo Nick.

Entre los 3 se repartieron las cosas y quedaron en verse en la caja número 5 para pagar.. fue como un juego.
Unos minutos después, los 3 se encontraron tal y como lo habían planeado.

-. ¡Tengo los tomates, las cebollas, la carne y... ¿Los Chocolates? -Dijo Nick. -¿Me parece o acabas de agregar esto a la lista? -Reía.
-. Bueno, sí, ¿Es un crimen? -Desafiaste bromeando. Los tres reían divertidos.

Luego de terminar de pagar todo, volvieron a casa.

-. Wow, muchas gracias, chicos, de verdad. -Agradeciste.
-. De nada, _______. Eres nuestra nueva vecina.. -Respondió Nick y te pareció haberlo visto guiñar el ojo. 
-. Es verdad. -Sonrió Joe.
-. Ahora sí me voy.. ¡Nos vemos! -Saludaste con un ligero abrazo a los dos y entraste.

Inmediatamente dejaste las cosas en la mesa y decidiste buscar en internet sobre estos chicos.. y también contárselo a Maggie.

¡Qué día más genial! 

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