Capítulo 28: Primera Cita.

Charlaron de distintas cosas.. cosas sin sentido en realidad, y notaste que el viaje estaba llevando tiempo.

-. ¿A dónde vamos? -Preguntaste.
-. Es una sorpresa... -Dijo él sonriendo.
-. Está bien... -Dijiste tú.

Te quedaste mirándolo, mientras que él estaba concentrado en el manejo... se veía tan guapo, y su perfume era tan delicioso.. simplemente te encantaba.
Por un segundo volteó a mirarte... y ambos rieron sin saber por qué..

Notaste que se dirigían a un restaurante en la costa, a pesar de que en el camino estaba oscuro...

-. No me digas que... -Dijiste boquiabierta.
-. Sí... -Dijo riendo.

Estacionó y bajaron... tú miraste con asombro el lugar.

-. Este lugar es tan... lindo.
-. Lo sé, es perfecto. -Dijo tomándote la mano.. sentiste un escalofrío.

Era un lugar bastante grande. Tenía arreglos florales por todos lados, y unas cuantas lámparas.. la luz era muy tenue.. lo que le daba un aspecto muy tranquilo.

-. ¿Entramos? -Dijo y te besó en la mejilla.
-. Claro... -Sonreíste apretando su mano.

Ambos entraron.. no había mucha gente, pero era suficiente como para llenar el lugar.
Todos estaban en su propio mundo, hablando tranquilos..
Se acercaron al mostrador, y el mozo les indicó cuál era su mesa.

Nick te guió, aún de la mano, y se sentaron al lado de un gran ventanal, por el que veías directamente una playa pequeña y el mar.

-. Esto es hermoso. -Dijiste riendo.
-. Apenas se compara contigo. -Dijo él sonriendo.

Rápidamente el mismo mozo les entregó el menú, y luego de hacer su pedido, se retiró.
Tú mirabas perdida el mar, que a decir verdad estaba muy oscuro, pero notabas la espuma blanca de las olas.
Volteaste para mirar a tu acompañante, y él tomó nuevamente la mano que tenías sobre la mesa, jugando con tus dedos y haciéndote suaves caricias.
Cada roce te provocaba una descarga eléctrica que recorría tu cuerpo... su piel era tan suave...

Suspiró de la nada, mientras que ambos miraban esas manos entrelazadas...

-. Tu mano es 2 veces más pequeña que la mía. -Observó riendo.
-. No te burles de mis manitos. -Dijiste.
-. Son muy tiernas... -Dijo él mirándote a los ojos.
-. Tú también lo eres... -Dijiste mirando hacia otro lado, ya que te daba mucha vergüenza.
-. ¿Cuántos... novios has tenido? -Preguntó él.
-. ¿Novios? Pues... oficiales.. ¿Dos? -Respondiste riendo.
-. Eso es bueno, supongo. -Dijo él.
-. ¿Y tú? -Preguntaste sin comprender.
-. Dos... -Respondió pensativo.
-. ¿Alguna famosa? -Preguntaste.
-. Sí.. una. -Dijo riendo.
-. ¿Miley?
-. Sí... -Dijo él, serio.
-. Ya veo...
-. ¿Cómo hacías para verte con tu novio, si tus padres no te dejaban tener uno? -Preguntó, sin cortar con las caricias.
-. Pues... así como hice para estar contigo hoy. -Reíste. -Pero... hablando en serio, no lo sé, él siempre inventaba algo... -Dijiste encogiéndote de brazos. -Éramos más chicos, de todas formas.
-. Claro... entiendo. -Dijo sonriendo. -Pero.. ¿Y Lucas? -Preguntó.
-. Pues... siempre fue secreto.. -Respondiste.
-. A eso me refería. -Dijo riendo.

Luego de esta charla, el mozo se acercó nuevamente con la comida. (Imaginen cualquier comida que les guste.)
No pasó nada interesante luego, sólo comieron y pidieron su postre: Helado.
El mozo les trajo una gran copa para los dos.

-. Esto es igual a las películas. -Reíste.
-. Es genial. -Dijo él tomando una cuchara.

Ambos comieron el helado hasta llenarse.

-. Estaba rico... -Dijiste mordiéndote el labio inferior.
-. ¿S-sí? -Dijo mirándote.
-. Sí... -Dijiste y lo miraste sin entender el por qué de su tartamudeo.. -¿Por qué me miras así? -Preguntaste inocentemente.
-. Es que no me explico cómo puedes ser tan bonita. -Dijo, para luego acariciarte la mejilla.
-. Eres tan tierno, te comería. -Dijiste tomándole la mano.
-. Cuando quieras. -Dijo riendo.

Tú estabas sonrojada al máximo, pero no se notaba, la luz era demasiado tenue.
Nick pagó la cuenta, lo que no te gustó mucho, y te ofreció salir afuera.

Se quitaron los zapatos para caminar por la playa... ya no te importaba nada.

Él te abrazó de la cintura mientras caminaban y depositó otro beso en tu frente... tú lo besaste en la mejilla.
Comenzaba a refrescar, y se detuvieron para mirar el mar.

Estabas en frente del mar.. mientras que Nick se colocó detrás de tí para abrazarte fuerte. Apoyó su cabeza en tu hombro.



-. ¿Estoy soñando? -Preguntaste, casi susurrando.
-. Claro que no.. es 100% realidad. -Aseguró él.
-. Te quiero mucho, Nick... demasiado. -Dijiste volteando tu rostro para mirarlo.
-. Yo también te quiero mucho, hermosa. -Dijo él.

Tú sonreíste con ternura, y lo besaste, por impulso.
Primero lo besaste suavemente, y luego él te volteó, besándote también con pasión.
Sus brazos te sujetaban con fuerza de la cintura, mientras que tú estabas aferrada a su camisa.

Era un beso realmente salvaje, y Nick subió sus manos a tu rostro, sosteniéndolo con firmeza, mientras continuaba besándote sin dejarte respirar.. lo que no te molestaba.
Lo empujaste hacia atrás y él cayó en la arena, contigo ensima.
Ambos rieron por el incidente, pero en ningún momento se les cruzó por la mente dejar de besarse..

-. ..Nick.. -Lo llamaste entre beso y beso. -Te quiero, te quiero, te quiero.. -Repetías una y otra vez, entre todos esos besos.
-. Yo... también... -Dijo, y luego dejó de besarte.
-. ¿Qué sucede? -Preguntaste.
-. Nos dejamos llevar. -Dijo riendo, algo agitado.
-. Es cierto... -Dijiste quitándote de ensima.
-. No te preocupes.. -Te abrazó.
-. Es que... amo tus besos. -Le susurraste al oído.
-. Y yo amo tus besos.. -Dijo y te dio otro beso, mordiéndote el labio inferior, y volvió a separarse.

Tú reíste, y se quedaron en silencio contemplando el mar.

-. ¿Qué hora es? -Preguntó.
-. .. 1:50.. -Dijiste mirando en tu celular.
-. Aún tenemos tiempo.. ¿Qué te gustaría hacer? -Preguntó.
-. No lo sé.. -Dijiste pensativa.
-. ¿Te parece si vamos a dar una vuelta?
-. Está bien. -Dijiste poniéndote de pie con él.

Salieron de ahí y fueron al auto.

Se pusieron en marcha y dieron un paseo por la costa, aunque no se veía mucho.. tú eras feliz si Nick estaba ahí contigo..
Él se la pasaba charlando, haciéndote bromas, contándote historias.. la pasaste genial.
Luego de un rato, decidieron volver a casa... pero antes de que te despidieras, y una vez que el auto se detuvo...

-. La pasé genial contigo. -Dijo. -Como siempre..
-. Yo también la pasé muy bien, Nick... -Sonreíste.
-. Oye... -Dijo, y esperó a que lo miraras.
-. ¿Sí?
-. Ya hemos hablado de esto pero... ¿Quieres ser mi novia? -Dijo mirándote a los ojos. Tú contemplaste su rostro un momento... se veía tan tierno...
-. Nick... sabes que... tiene que ser secreto. -Dijiste con preocupación.
-. Lo sé, no te preocupes... y aunque... sin ser novios te he besado varias veces. -Soltó una risa al decir eso. -Quiero y necesito sentirte mía... -Dijo.
-. ¡¡No puedes ser tan dulce!! -Dijiste abrazándolo. -Acepto... soy tuya. -Dijiste, y él te abrazó con fuerza.
-. Entonces yo soy tuyo... -Dicho esto te besó la mejilla. -Y quiero darte algo.

Buscó en su bolsillo y sacó una cajita pequeña.

-. Antes de que lo abras.. prométeme que lo aceptarás.. porque es un regalo que quise hacerte. -Explicó. Tú lo prometiste, y abriste la cajita que tenía este anillo:


-. ¡¡Nicholas!! -Dijiste asombrada. -¡Es precioso! -Dijiste mirándolo.
-. Me alegra que te guste.. -Dijo mirándote.
-. No merezco esto, Nick... -Dijiste mirándolo a la cara.
-. No empieces, ya lo prometiste.. -Te dijo.
-. Está bien... -Te pusiste el anillo. -Muchísimas gracias. -Lo abrazaste de nuevo.
-. De nada... amor. -Te susurró al oído. Tú sentiste un escalofrío.. era inexplicable la felicidad que sentías.
-. Te quiero. -Lo besaste en los labios.
-. Yo también. -Dijo rozando su nariz con la tuya. -Pero es mejor que te vayas o te van a regañar, princesita. -Dijo.
-. Deja de ser tan tierno. -Le diste otro beso. -Te adoro. Gracias por todo..
-. Basta, no agradezcas más.. te lo mereces. -Dijo sonriente. -Ve..

Tú bajaste del coche con una sonrisa y entraste a tu casa.
Fuíste directo a tu cama.. y lo último que pensaste antes de dormirte, fue lo lindo que sonaba "________ de Jonas..".