Capítulo 25: Un nuevo camino.

Nota: Chicas! La encuesta finalizó, y según los resultados, voy a publicar un capítulo los Martes y otro los Jueves (Quizás haya bonus). Así que ya pueden esperarla esos días. Saludos! :)



-. ¿Aún así me darás una oportunidad para estar juntos? -Te dijo mirándote fijo.
-. Pues... creo que sí. -Dijiste tú sonriente.
-. ¡Ohh! ¡Son tan tiernos! -Gritó Joe desde su patio.
-. ¡Joe! No deberías estar espiándonos. -Dijo Nick.
-. Lo siento, es que no pude evitarlo. -Reía él. -Lástima que no puedan darse el beso final. -Dijo.
-. ¡JOE! -Gritaron al mismo tiempo Nick y tú.
-. Está bien, está bien, me voy. -Dijo entrando a casa.

Volviste a mirar a Nick.

-. Será mejor que yo también entre, el aire está fresco. -Dijiste tímidamente.
-. Está bien, ________, pero mañana hablamos sí o sí. -Dijo él.
-. Lo prometo. -Sonreíste. -Buenas noches. -Respondiste y él sonrió.
-. Buenas Noches. -Saludó él y entraste.

Te recostaste... y estuviste estornudando durante toda la noche... al parecer, el baño con Shane te había hecho mal.

Por fin, lograste dormir.

Era ya muy tarde, al mediodía, cuando tu madre te despertó.
Abriste los ojos lentamente y la miraste. No podías respirar, y te dolía la cabeza.

-. Al fin despiertas. Voy a traer el termómetro, creo que tienes temperatura. -Dijo ella con su mano en tu frente.
-. No respiro... -Dijiste confundida.

Tu madre te tomó la temperatura y efectivamente, tenías fiebre.

-. Me siento terrible. -Te quejaste... -Tengo frío...
-. Lo sé, cariño, es la fiebre. Voy a traer el jarabe y tu almuerzo, ¿Sí? -Dijo ella.
-. ¿Almuerzo? -Preguntaste. -Oh, claro, es mediodía ya...

Tu madre sonrió y salió del cuarto... poco después te trajo tu jarabe y lo tomaste.

-. Gracias. -Dijiste.
-. De nada, amor. -Respondió. -Pronto estará la comida, tuve que recalentarla. -Dijo saliendo del cuarto.

Tú te estiraste para alcanzar tu teléfono, que no tenía mensajes nuevos.

Comiste, y te duchaste, para luego meterte a la cama de nuevo... te sentías mejor gracias al jarabe pero tenías que seguir tomándolo para que no te subiera la fiebre.
Te la pasaste durmiendo, leyendo... o escuchando música.

Recibiste un mensaje...

"No te he visto en todo el día, ¿Cómo estás?" Era Nick.

Respondiste que estabas enferma, y rápidamente respondió.

"Awww, ¿Podemos ir a verte?" Preguntó, tú respondiste que sí.

Te acomodaste, en tu cama, te peinaste un poco e intentaste no parecer tan moribunda.
Unos minutos más tarde de esto, tu madre anunció que tenías visitas.

Se abrió la puerta de tu cuarto, y viste entrar a Frankie, Joe y Nick.

-. ¡_________! -Dijo Joe casi gritando.
-. ¡Hey chicos! -Dijiste sonriente.
-. ¡¡_________!! -Gritó Frankie y se acostó a tu lado. -¿Qué tienes?
-. Frankiie... tengo fiebre y resfrío... pasará. -Le sonreíste. -No te preocupes...
-. Eso espero. -Dijo el pequeño, parecía asustado. -Si no no vas a poder casarte con Nick... -Comentó preocupado.
-. ¿¡De dónde sacaste eso!? -Dijiste riendo. Nick se sonrojó y Joe soltó una carcajada.
-. Perdón, es que Frankie quería que le contara un cuento antes de dormir y... los ví en el balcón tan tiernos... me inspiraron. -Dijo.
-. No es gracioso. -Dijo Nick tímidamente.
-. Oh, vamos. -Dijo él.
-. ¿Por qué no le contaste la tuya con Demi? -Dijiste.
-. A esa ya la sabe de memoria. -Dijo él guiñándote el ojo.

Ustedes rieron.

-. Bueno, sólo quería verificar que estuvieras bien, pero creo que mejor los dejo solos... -Dijo Joe. -Vamos Frankie..
-. Oh... está bien. -Se quejó el pequeño, y te dio un abrazo. -Que te mejores, linda. -Tú reíste.
-. ¡¡Eres un amor!! -Dijiste abrazándolo. -Nos vemos guapo. -Saludaste.

Joe y Frankie salieron del cuarto. Una vez que cerraron la puerta, miraste a Nick y él se sentó más cerca tuyo.

-. ¿Vas a cambiarme por Frankie? -Preguntó con cara de cachorro.
-. No... lamentablemente es muy peque... -Dijiste.
-. ¿Y si no lo fuera? -Dijo.
-. Pues... ¡¡Claro que no, tontito!! -Dijiste riendo.

Él sonrió.

-. Tenemos algo pendiente... -Dijo luego.
-. ¿Sí? Bueno... -Te quedaste pensativa un segundo. -Hubiera sido mejor una charla en algún lugar bonito, algo más... romántico, y no aquí, rodeada de pañuelos. -Dijiste.
-. Oh, eso no importa, linda... -Dijo tomándote la mano.
-. Awww... -Dijiste enternecida.
-. Bueno... ¿Ya hablaste con Lucas? -Preguntó.
-. No... aún no... -Respondiste.
-. Pero... ¿Vamos a intentarlo nosotros? -Dijo mirándote fijo.
-. Sí... me gustaría... es decir... me gustas... -Respondiste sonrojada.
-. Tú también... bueno, ya lo sabías pero quería repetirlo. -Soltó una risa, y te acarició la mano con el dedo pulgar.
-. Apenas lo creo, eres tan dulce. -Dijiste tímidamente.
-. Créelo... -Dijo él. -Oye... ¿Te gustaría venir a cenar conmigo? Cuando te mejores... -Preguntó.
-. ¿Es una cita? -Preguntaste con una media sonrisa.
-. Pues... supongo que sí... -Dijo rascándose una mejilla.
-. Entonces tendremos que ocultarlo.. recuerda que no puedo tener novio... -Advertiste y él se quedó pensativo.
-. Somos amigos, puedo invitarte a cenar como tu amigo. -Dijo riendo.
-. Claro... -Aceptaste.

Nick se te quedó mirando... y se acercó lentamente, pero tú alejaste la cara.

-. ¿Qué pasa? -Preguntó confundido.
-. Es que... estoy enferma Nick. -Dijiste apenada.
-. Pero... bueno... ¿Me vas a hacer esperar? -Preguntó haciéndote cara tierna.
-. Aww... sí... vas a tener que esperar. -Dijiste... aunque te morías por besarlo.
-. Está bien... -Dijo. -¿Puedo besarte en la mejilla? -Volvió a preguntar.
-. Bueno, bueno. -Aceptaste riendo.

Él sonrió y te besó en la mejilla suavemente.

-. Ahora puedo irme tranquilo... -Dijo.
-. Sí -Dijiste riendo.
-. Que te mejores... te quiero. -Dijo sonriendo.
-. Gracias Nick... te quiero, cuídate. -Sonreíste.

Luego de despedirse salió del cuarto. Tú dejaste de aguantar estornudos por fin.

Tu madre te dio la cena temprano, y te dormiste hasta el día siguiente.